En su
despacho ubicado en una habitación que está al lado del jardín de la escuela,
el padre René Jesús Mendoza Sevilla cuenta que lleva 20 años de sacerdocio y 13
trabajando en la parroquia Nuestra Señora de Cocharcas, ubicada en Barrios
Altos, Centro de Lima.
La mesa donde está apoyado está cubierta por un mantel
azul y encima dos banderas pequeñas: una del Perú y la otra con la insignia del
colegio del que es director. También hay una laptop que utiliza para cumplir su
rol.
En el
corazón del centro histórico de la capital, tiene la tarea de educar a cientos
de niños y jóvenes para que tengan un futuro lleno de esperanza. La parroquia
donde enseña está considerada “zona roja”, como él mismo cuenta. Ahí la escasa
vigilancia y ausencia de la autoridad ha provocado que el crimen organizado se
incremente.
En el
colegio “Nuestra Señora de Cocharcas” estudian aproximadamente 7 mil alumnos.
La mayoría proviene de los distritos de El Agustino, La Victoria y del Centro
de Lima.
El trabajo que viene realizando el padre René Jesús no solo es con los
niños y adolescentes, sino también con los padres de familia.
La formación de
la escuela es integral, cuenta con un coro religioso, clubes deportivos y con
diversos talleres para que los niños aprendan algunos oficios y así logren un
trabajo futuro digno cuando salgan del colegio.
El alumnado
del colegio es diverso. El padre comenta que los que trabajan en Gamarra
matriculan a sus niños ahí y los que
trabajan por el Centro de Lima o El Agustino hacen lo mismo.
El resultado es
que tiene a su cargo niños hijos de profesionales, de comerciantes y de
cualquier otro oficio. Esta unión de estilos de vida se ve reflejada en los
niños, pero en “Nuestra Señora de Cocharcas” todos son bienvenidos. “Hemos
admitido algunas confesiones no católicas y a niños hijos de padres
agnósticos”, dice el padre.
En
alianza con el FNG-MYPE
“Va a ser
fundamental que nos asociemos con otras instituciones como con el FNG-MYPE”,
dice con énfasis el padre René Jesús.
La parroquia sola no puede cargar con la
cruz de los problemas que afectan la zona y su rostro refleja esta
preocupación, el padre necesita ir de la mano con alguien más. “Pienso que
aliarse con instituciones será necesario para que Barrios Altos se abra paso al
desarrollo. Tiene la necesidad de abrirse al mundo, de conocer más”.
El padre
confía en que asociarse con el FNG-Mype traerá mejoras para los niños,
adolescentes, hombres y mujeres que integran las familias de los gremios
asociados. De esta manera, ellos pueden ser instruidos en la parroquia. Pero no
solo eso. En materia de salud también habrán beneficios.
“El policlínico
parroquial Nuestra Señora de Cocharcas ofrece servicios de Medicina general,
Psicología, Odontología, Fisioterapia, Podología Ecografía y Reflexoterapia.
Esto servirá para apoyar a todas las familias y amigos de los gremios
afiliados. Nosotros con gusto los serviremos”, señala.
Más allá de
la salud y educación, los afiliados podrían pertenecer también al coro de la
iglesia y así desarrollar también su fe.
Por otro
lado, los espacios que ofrece la parroquia “Nuestra Señora de Cocharcas”
también serán puestos a disposición de los gremios afiliados. Las canchas para
practicar deporte permitirían que las familias dispongan de un centro de
recreación. El padre, a largo plazo, tiene la idea de construir una piscina
olímpica en un sótano, construir más canchas y ampliar el policlínico.
“La
parroquia es una comunidad de amor, de hermandad y muy solidaria. Yo pienso que
el convenio institucional será de beneficio mutuo porque ambos lo necesitamos”,
comenta el padre esperanzado.
El convenio
del Frente Nacional de Gremios Mype y el policlínico, parroquia y colegio
“Nuestra Señora de Cocharcas” ya es una realidad. Ante el apoyo limitado por
parte del Estado, estas dos asociaciones civiles sin fines de lucro buscarán
brindar un servicio de calidad.
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